Presa construida por los castores junto al Río Cidacos en Arnedo
Presa construida por los castores junto al Río Cidacos en Arnedo

Un simple paseo por el término municipal de Francos, junto a una conocida fábrica de calzado, permite ver el rastro de árboles roídos que han ido dejado uno o varios castores hacia una presa de varios metros de largo, que hace las veces de dique de contención de un canal de riego secundario que desemboca sobre el Río Cidacos unos metros después, al final del camino.

¿Quién está detrás de esta ‘presa de Arnedo’? el castor, una especie no autóctona de roedor semiacuático. Hasta hace dos años, las capturas de este animal por parte de Medio Ambiente se contabilizaban en más de 120 ejemplares en el valle del Ebro, desde Logroño hasta Alfaro.

Esta especie de animal endémico se ha propagado por los afluentes del río Ebro, como es el caso del Río Cidacos, y afecta ya a numerosas comarcas y municipios. Se sospecha que todo esto es fruto de una suelta no controlada de estos animales en algún punto entre La Rioja y Navarra, por parte de unos ecologistas provenientes de Alemania.

Árbol roído por los castores en Arnedo
Árbol roído por los castores en Arnedo

De tamaño pequeño, el castor es un animal gregario y como tal convive en grupo. Están perfectamente adaptados a la vida anfibia, puesto que saben nadar y zambullirse bien. Además, su espeso pelaje es impermeable y sus fuertes dientes les permiten roer troncos de árboles pequeños, que posteriormente, utilizan para construir los diques donde viven, como es el caso del hallado en Arnedo.

Dique construido por los castores en el canal junto al Río Cidacos de Arnedo
Dique construido por los castores en el canal junto al Río Cidacos de Arnedo

Es poco probable que los vecinos de la zona hayan conseguido localizarlos o divisarlos durante el día, ya que son animales de actividad nocturna y que no hibernan. Lo más probable es que estos animales pertenezcan a la especie del castor europeo (castor fiber), un roedor proveniente de Europa Central y que algunos estudios califican de especie invasora.

Su rápida reproducción y su capacidad para modificar el hábitat suponen un peligro para otras especies autóctonas de la comarca. La afectación de estos pequeños roedores no se limita únicamente a nuestro municipio. El rastro que van dejando tras de sí estos animales ha remontado el Río Cidacos hasta la localidad de Enciso.

Ateniéndonos a la legalidad, la suelta irregular, descontrolada y sin permisos de este animal, supone un delito desde el año 2.003, ya que se considera una especie exótica invasora.

Dilema medioambiental

La llegada de los castores supone la recuperación de una especie protegida que se había extinguido de nuestro territorio, pero esta aparición se ha realizado de manera furtiva y descontrolada que está generando daños y molestias a lo largo y ancho del Valle del Ebro. No es una cuestión sencilla sobre la cual deberán decidir las autoridades.