Un clan familiar dedicado al tráfico de cocaína y heroína, asentado en Calahorra, ha sido desmantelado por efectivos de la Guardia Civil en La Rioja, en el marco de la denominada «Operación Kopec», acabando así con dos puntos de venta de droga y una narcosala a la que acudían numerosos politoxicómanos de Arnedo y de otros puntos La Rioja Baja y Navarra.
Siete personas de nacionalidad española han sido detenidas, con edades comprendidas entre los 21 y 48 años y con residencia en Calahorra. Cuatro de las personas detenidas conforman el clan familiar desarticulado, los otros tres son trabajadores al servicio de esta familia, denominados en la jerga policial como «machacas» y «aguadores«, o lo que es lo mismo, personas drogodependientes que son pagadas con pequeñas dosis a cambio de transportar droga y dar aviso en caso de detectar la presencia policial en zonas de venta.
A todos ellos se les acusa como presuntos autores de un delito contra la salud pública por tráfico de drogas y un delito de pertenencia a organización criminal. Destaca que el historial delictivo de todos ellos supera los 130 antecedentes policiales.
Puntos de referencia y «Narcosala»
Las dos viviendas desmanteladas se habían convertido en “puntos de referencia” en La Rioja Baja, para la venta a pequeña escala de cocaína y heroína. Además, en el interior de uno de estos inmuebles se había instalado una «narcosala», en la que los integrantes del clan ofrecían la posibilidad de consumir todo tipo de sustancias estupefacientes, y en la que se en la que se llegaban a hacinar numerosos ciudadanos víctimas de la drogodependencia.
Inicio de las actuaciones
Todo comenzó cuando a principios de este año, una patrulla en servicio de Protección de la Seguridad Ciudadana del Puesto Principal de Calahorra, procede en Calle Cuesta de las Monjas de la citada localidad, a la detención de un varón que ocultaba entre sus pertenencias un total de 23,8 gr de heroína y 23,3 gr de cocaína, además de una balanza de precisión y 680 euros en efectivo (en la actualidad en prisión).
Tras este hecho, agentes del Área de investigación con el apoyo de otras unidades de Guardia Civil, establecen diversos dispositivos de control en la citada calle y en otras adyacentes, al objeto de constatar la venta a pequeña escala de sustancias estupefacientes, para poder identificar y detener a los autores.
El estudio a todos los datos recopilados durante más de cinco meses, permite determinar la existencia de dos puntos de venta de droga en viviendas sitas en Calle Cuesta de las Monjas y Calle Tenerías, que se han llegado a convertir en verdaderos “supermercados” para la distribución a pequeña escala de cocaína y heroína. Ambos inmuebles están controlados por un mismo clan familiar, que lleva más de dos décadas traficando con drogas y sobre el que se ha actuado en numerosas ocasiones.
La zona afectada es sometida a una intensa vigilancia durante más de 16 horas diarias, por drogodependientes al servicio del clan («machacas» y «aguadores»), responsables ambos del transporte de la droga entre las viviendas y de dar “el agua” en caso de detectar la presencia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
Fase de explotación
Una vez se recopilan todas las pruebas que incriminan a estas personas en los citados delitos, 21 agentes del Servicio de Seguridad Ciudadana proceden al acordonamiento de la zona y a la entrada simultánea en los dos inmuebles, donde son detenidas estas siete personas.
Durante los registros en los que participan agentes del servicio Cinológico con perros especialista en la búsqueda de drogas, se intervienen diferentes cantidades de cocaína y heroína con las que se podían haber elaborado más de 545 dosis, además de efectos presuntamente sustraídos y entregados como pago por droga, entre ellos teléfonos móviles, tablet y herramientas.
Ingresos en prisión y libertad con cargos para los detenidos
La Autoridad judicial ha decretado el ingreso en prisión de la matriarca y el patriarca del clan, quedando el resto de implicados en libertad con cargos.