A raíz de la proliferación de nuevos negocios relacionados con la industria del juego, hemos charlado con Ángel Fraile, Técnico en prevención de drogodependencias del SOID Arnedo, quien nos ha hablado acerca del trabajo que realizan y nos ha acercado un poco más a esa realidad tan gris que está afectando a muchas familias.
Ángel Fraile es psicólogo de profesión y actualmente ejerce como Técnico en prevención de drogodependencias. Lleva trabajando en el Ayuntamiento de Arnedo desde el año 2003. También gestiona y desarrolla el plan municipal de drogodependencias, su guía de trabajo.
ENTREVISTA
Desde el SOID Arnedo trabajáis en varias disciplinas. ¿Podrías contarnos como es vuestro trabajo día a día?
Tenemos dos tipos de trabajo, dos asesorías: la de Salud Juvenil y la de Salud Familiar. La primera no está solo dirigida a los jóvenes, pero sí que es más personalizada, con gente que tiene problemas concretos o dudas, independientemente de la adicción que sea (tabaco, alcohol, salud, speed…)
Por su parte la asesoría de Salud Familiar está orientada a asesorar a las familias que tenga algún miembro adicto. Asesoramos a padres y madres, a parejas donde uno de sus miembros es consumidor. Está orientado a asesorar a aquellas personas que conviven con el problema.
Tenemos estas dos ramas y el tipo de sustancia que se consuma da igual.
Sabemos que habitualmente trabajáis con adicciones comunes como el alcohol y las drogas. ¿Qué métodos utilizáis? ¿Desde qué enfoque abordáis el problema?
Desde el Servicio de Información y Orientación sobre Drogas (SOID) intentamos trabajar la motivación para el cambio. Es la parte más importante para lograr los objetivos, tratamos de hacer a la persona consciente del problema. Si la persona ve que tiene un problema, va a buscar la solución.
Muchas veces queremos que inicien un tratamiento antes de reconocer el problema. Y eso es un error. Una vez que la personas es consciente, empezamos a realizar algún tipo de tratamiento. Podemos derivarles a Salud Mental o alguna de las asociaciones que trabajan las adicciones.
Principalmente una vez que ya están motivados para el cambio lo que suelo hacer es derivarles a los centros de tratamiento que tiene la comunidad autónoma. Ahí ya se empieza a trabajar los factores de riesgo y los factores de protección.
Se trata de determinar en qué circunstancias, que lugares, que personas, que momentos o estados de ánimo llevan a una persona a consumir o a jugar. Hay que rellenar esos huecos, esos vacíos que deja la adicción con otro tipo de comportamientos.
En los últimos años tanto las casas de apuestas como los casos de ludopatía, sobre todo en jóvenes, se han disparado. ¿Cómo podemos hacer frente a esta proliferación?
El problema es que prolifera la oferta. La industria aparece y te ofrece todos los juegos que hay, físicos, online, máquinas de apuestas deportivas, centros de juego, etc. Desde nuestra posición es muy complicado actuar ante los centros de juego que aparecen en Arnedo.
Se tendrá que regular a nivel nacional, porque la normativa que hay está anticuada. Tendrá que haber un proceso como el que hubo con el tabaco o con el alcohol, en el sentido de que hay muchísima publicidad de los juegos de apuestas en los medios de comunicación.
La publicidad del juego es libre como antes lo era la del tabaco. De momento no se controla si la gente que apuesta es menor, si es mayor. Ese tipo de cosas se tendrán que regular, aunque todavía nos costará un poquito porque tendrá que ser a nivel nacional.
Mientras tanto nos toca hacer una labor de sensibilización y prevención.
Ha venido en tropel todo el tema del juego y nos ha pillado desprevenidos. En prevención siempre vamos más atrás que la oferta. Siempre comparo las adicciones con un juego de oferta y demanda. Aparece una oferta, hay una demanda que lo solicita y por detrás, empieza a venir el tema de prevención y, mucho más atrás, los tratamientos. Hasta que no pasa ese tiempo donde se ven los daños, no comienza el tratamiento.
¿Qué distingue a una persona adicta al alcohol de otra adicta al juego? ¿Existe el “juego responsable”?
En tema de adicciones no hay mucha diferencia, porque hay síntomas que son muy claros, que son: la búsqueda activa de la sustancia o el comportamiento, el intentar pasar el mayor tiempo posible jugando, en definitiva, la dependencia. Para todas las sustancias y comportamientos adictivos son iguales.
Va a cambiar por ejemplo, en el alcohol, el efecto químico que tienen en la persona adicta, porque va a hacer que pierda determinados valores, que pierda la sensación de control, puede tener accidentes… En otras sustancias sucede al revés, se arriesga más, se altera al ser estimulantes… Hay consecuencias dependiendo de las sustancias pero los síntomas son muy parecidos.
El tema del juego es especialmente grave porque gente que se pone a jugar pierde unas cantidades inmensas de dinero, intentan recuperar el dinero que han perdido, empiezan a coger el dinero de donde no deben, a pedir… Y se van endeudando cada vez más, recurriendo a créditos rápidos, por ejemplo. El juego no está hecho para que gane el jugador, está hecho para que gane la industria del juego y Hacienda. Porque siempre ganan.
Apertura de nuevos salones de juego, chavales apostando… ¿Cómo podemos enfrentarnos a esto?
Tenemos que saber que la normativa prohíbe a los menores de 18 años jugar, como tampoco pueden beber. Como ciudadanos tenemos que actuar. Con nuestros propios hijos no facilitaremos o no haremos alarde del juego, porque nuestros hijos van oyendo este tipo de cosas de “voy a hacerme rico” y al final acaban replicando esos comportamientos y jugando de alguna manera.
Por su parte, los responsables de los establecimientos no les deben dejar entrar. Si estamos al lado, y tenemos que tener un comportamiento cívico y decirles, “oye, eres menor y no puedes jugar” y en tal caso avisar al responsable del establecimiento. Al fin y al cabo es el comportamiento cívico que debemos demostrar en nuestra vida diaria.
La Policía de Arnedo está al tanto de ello, pero claro, les pillan cuando les pillan. No pueden estar en todas partes. La denuncia siempre va a ser para el establecimiento que permita jugar a menores, también son responsables.
¿Cómo ves la industria del juego actualmente en Arnedo?
Imagino que irá creciendo, todavía hay campo para ello. El juego online también está creciendo. Hay algunos establecimientos que todavía cogerán máquinas de apuestas deportivas o se abrirá otro centro o salón de juegos.
Estamos ante una problemática en crecimiento sin visos de que se vaya a detener de momento. Cuando se pase el “boom” imagino que se regulará y estabilizará, pero actualmente con la toda la publicidad que no está regulada y que no está bombardeando…
Además existe la creencia de que nos podemos hacer millonarios y librarnos de todos nuestros problema. Por el momento no creo que vaya a menos.
¿De qué manera podemos prevenir la aparición de estas adicciones al juego?
Tenemos que entender el funcionamiento del juego. Si entendemos que no está hecho para que el jugador gane y analizamos la estadística de los grandes números, nos daremos cuenta de que la probabilidad de ganar o de que nos toque la lotería es ínfima, simplemente ridícula.
El premio va a ser mucho mayor, pero lo normal es que no nos toque y que perdamos. Pero claro, cuanto mayor es el premio, menor es la probabilidad de ganar. Tenemos que esforzarnos para conseguir las cosas que queremos, no podemos creer en estos mitos.
La gente que ya está metida debería hacer un balance de ganancias y pérdidas. Y sobre todo nunca meterse en créditos y menos para pagar otras deudas. Deben entender que pueden darse de baja en el registro de juego y de esta manera no les van a dejar jugar y se van a desenganchar del juego.
Es imprescindible entender que el juego está hecho para que gane la banca.