
San Crispín, también conocido como San Crispín de Soissons, fue un mártir cristiano del siglo III, junto con su hermano gemelo San Crispiniano. Ambos eran nobles romanos que se convirtieron al cristianismo y se trasladaron a las Galias (actual Francia) para evangelizar. Para sustentarse sin depender de la caridad de los fieles, ejercieron el oficio de zapateros, fabricando y reparando calzado durante la noche mientras predicaban de día.
Es el patrón del calzado y de los zapateros porque, según la tradición, utilizaron su profesión como medio para difundir la fe cristiana sin ser una carga para la comunidad. Durante la persecución del emperador Diocleciano, fueron arrestados, torturados y finalmente martirizados sobre el año 285 por negarse a renunciar a su religión. Esta dedicación a su oficio, combinada con su martirio, los convirtió en protectores de los artesanos del cuero y el calzado en la tradición católica.
Su festividad se celebra el 25 de octubre, fecha en la que se honra su legado en diversas comunidades, especialmente en regiones con tradición zapatera como nuestra ciudad, Arnedo, por eso, en noches como estas es común que trabajadores de empresas del sector celebren cenas o comidas.





