Mal sabor de boca para despedir San Isidro

Tarde de claveles hoy en Las Ventas, glamour en los tendidos, y motivos en la arena. Diego Urdiales volvía a Madrid para resarcirse de su primera tarde, David Mora regresaba al ruedo venteño por primera vez después de su grave cornada hace dos años, y Roca Rey único diestro en abrir la puerta grande este San Isidro.

De berenjena y oro se presentó el arnedano en su segunda y última aparición en la feria de San Isidro.

«Heredado» era el nombre del primer astado para el arnedano, un toro serio y exigente, que por el pitón derecho no hacía las cosas mal y por el izquierdo no quería saber nada, Diego no consiguió dominarlo y realizó una faena fría y acelerada, destacando una tanda de derechazos ligados. Mató tras pinchazo y varios golpes de verduguillo. Aviso y silencio.

Mal sabor de boca se auguraba después del primer toro,  pero saltaban al ruedo David Mora y «Malagueño», un importante toro de Alcurrucén, pronto, humillando, metiendo la cara y repitiendo en la muleta, transmitiendo, el toro soñado.

Buena pelea en el jaco y duelo de quites de Andrés Roca Rey y David Mora.

Comenzaba la faena con un gran susto al intentar un cambiado por la espalda cuando sufrió una impresionante voltereta en la que parecía que no iba a poder continuar.Sé levantó David y se paró el viento, lo demás, el reencuentro soñado, el toreo, olés por cada pase, faena rotunda, templada, torera y con gusto, muy buen gusto el de Mora, que remató con una estocada de premio.  Dos orejones para David y vuelta al ruedo para el burel.

En el tercero de la tarde,  Andrés Roca Rey, realizó una faena de valor, a punto de ser cogido varias veces, pero falto acople con un toro en el que sus embestidas no era ninguna igual. Ovación.

Sin posibilidades Diego de calar en esta feria. El segundo toro de su lote fue un toro manso que no quería embestir y solo buscaba la huida. Optó el riojano por acortar y mató de estocada. Silencio y pitos para el toro.

Con temple en el capote recibió David Mora al quinto de la tarde, aunque con el paso de la lidia, y sobre todo en la muleta comenzó a volverse peligroso y David intentó por el pitón derecho. Mató de estocada trasera.

De nuevo una faena de valor y verdad de Andrés Roca Rey, que de no haberse lesionado su último toro de la feria de San Isidro al resbalarse y abrirse de manos, lo mismo estaríamos hablando de que hubiera tocado pelo pues el toro reunía condiciones.

Diego Urdiales: Silencio y silencio.

David Mora: Dos orejas y silencio.

Andrés Roca Rey: Aplausos y aplausos.