
Lo que comenzó como un viaje organizado de seis personas para conocer China, acabó siendo una experiencia difícil de olvidar, pero por otros motivos diferentes a los esperados y que obligaron a una familia y amigos residentes en Arnedo, Herce, Préjano y Enciso, a abandonar China antes de tiempo por la crisis del Coronavirus.
Todo comenzó cuando un grupo de amigos y familiares de una joven estudiante de Préjano, de Erasmus en la ciudad china de Chongqing, se organizaron para conocer algunas de las principales ciudades del país asiático, por lo que el 22 de enero salieron del Aeropuerto de Madrid hasta el de Pekín, coincidiendo con la celebración del año nuevo chino. Les extrañó que hubiera una afluencia público menor de lo esperado, pero como les habían dicho que en estas fechas eran normales los desplazamientos de las grandes ciudades hacia los pueblos, no le dieron inicialmente mayor importancia.
Sin acceso a la Muralla China ni a los Guerreros de terracota de Xiang
Al día siguiente, era el turno de visitar Xiang, todo transcurría con normalidad y pudieron visitar un mercado árabe sin ningún tipo de problema pero las actividades que tenían previstas para el día después se vieron truncadas porque se encontraran con los accesos cerrados a los ‘Guerreros de terracota’ y a la Gran Muralla China.
En Guilín, todo cerrado
Al no poder visitar nada en Xiang, tomaron un avión para desplazarse hasta Guilín, allí tenían previsto visitar los parajes naturales y arrozales característicos de la zona, pero también estaba todo cerrado, «parecía una ciudad fantasma», por lo que tomaron la decisión de adelantar el regreso a España, así que tomaron un tren hacia Chongqing con la idea de coger el primer vuelo disponible.
Vuelo cancelado y hoteles cerrados
En el aeropuerto de Chongging se complicó más la historia de esta familia y amigos, ya que debido a la alerta mundial por el Coronavirus, el vuelo adelantado que iban a tomar, fue cancelado. La misma alarma social que complicó que se encontraran con las puertas cerradas en alojamientos que buscaban para pasar la noche, hasta que unas horas después, consiguieron encontrar un hotel para no pasar la noche a la intemperie.
Otro imprevisto en el vuelo de regreso
El jueves 30 de enero, los protagonistas de esta historia consiguen por fin embarcar en el vuelo que les llevaría, por escalas, de vuelta a casa desde Chongqing pero en el transbordo que debían realizar en el Aeropuerto de Hangzhou, hubo un problema más, un error informático que afectaba a uno de los pasaportes de los riojanos, por lo que estuvo retenido durante unos minutos hasta que se consiguió solucionar «in extremis», logrando subirse al nuevo avión que les llevaría hasta Roma y de ahí, ya sin incidentes, hasta Madrid.
Sin controles sanitarios en España
En su llegada a España, no tuvieron que pasar ningún tipo de control sanitario, siendo suficiente los consejos a los que se remitía el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España para este tipo de situaciones.
Mascarillas y poca gente por las calles
Preguntados por la información que había en China sobre el Coronavirus, reconocen que al estar todo en el idioma chino y que allí apenas se habla inglés, no fueron conscientes de la magnitud de la situación, salvo por la información que les llegaban desde España. Allí, además de los accesos cerrados a los principales puntos turísticos, la poca gente que había por las calles iban todos con mascarillas y de vez en cuando, eran sometidos a controles de temperatura.
Todos ellos están ya de vuelta por Arnedo, Préjano, Herce y Enciso.