Tal y como adelantó a finales de febrero Noticias de Arnedo, la presencia de castores en La Rioja, Navarra y Aragón se ha convertido en un tema de importancia mayúscula.

La aparición de árboles talados por el efecto de estos animales en el cauce del río Cidacos en Arnedo, puso en funcionamiento a los técnicos ambientales para tratar de controlar la población de este roedor y reducir el impacto que pudiera tener en otras especies.

La Rioja no es la única comunidad autónoma que ha decidido poner cartas en el asunto. También Navarra y Aragón se enfrentan a este dilema medioambiental, que surge a raíz de una suelta ilegal (no autorizada) en Navarra en 2003 y por la cual se han asentado en el Valle del Ebro.

Según el diario NueveCuatroUno, la Consejería de Medio Ambiente confirmó el martes que “antes de Arnedo también se habían identificado ejemplares de castores en la zona del Alhama y en Logroño”.

En cambio, el criterio que aplican las comunidades autónomas han chocado de frente con el Ministerio, que ha advertido de que estas medidas de erradicación y control “podrían contravenir la Directiva relativa a la protección y conservación de la especie, ya que se considera que después de estos años el castor se ha naturalizado en el territorio español”.

Reacción de la Unión Europea

Por ello, la Consejería solicitó también el pronunciamiento de la Comisión Europea sobre esta cuestión y en su respuesta confirmaron el planteamiento de las autoridades españolas sobre la naturalización de la especie, que implicaría su protección y conservación.

Ante estas circunstancias, y las dificultades de seguir abordando nuevos controles poblacionales, los técnicos han trabajado en la adopción de medidas preventivas para intentar minimizar los daños.

En este sentido, y tras detectarse la presencia en Arnedo (Cidacos), se han desplazado a la zona técnicos de la Dirección de Medio Natural para orientar sobre acciones de protección que permitan una defensa de los árboles sin dañar a los nuevos inquilinos.